Delta del Paraná - Revista Atlántida
Desde la ciudad y puerto de Diamante, en la provincia argentina de Entre Ríos, se origina el Parque Nacional del Delta del Río Paraná. A partir de allí, recorre parte del litoral santafesino hasta desembocar en el gran estuario del Río de la Plata. Pertenece a la región geográfica de la Mesopotamia y es considerado uno de los deltas más grandes del mundo.
Junto al Parque Nacional Islas de Santa Fe, ocupan un total de 1.750.000 hectáreas y conforman un Sitio Ramsar, es decir, un humedal de importancia internacional. Bajo un convenio establecido por la UNESCO, se han creado bases que fomentan acciones nacionales y cooperación internacional para preservar y conservar estos humedales y sus recursos.
Este ecosistema, con sus grandes espejos de agua y planicies aluviales, produce un rico microclima y un corredor biogeográfico donde proliferan numerosas especies de fauna y flora que remiten a zonas tropicales y subtropicales, coexistiendo en un ambiente de exquisita diversidad biológica. Es una importantísima reserva ecológica que proporciona sustento alimenticio y protección a diversas clases de peces, aves, reptiles y mamíferos. Este sistema regula el caudal del río, retiene agua y la libera lentamente, protegiendo contra inundaciones, mantiene las líneas costeras y actúa como un excelente filtro natural de partículas nocivas, transformándolas en materia rica para la vida.
Los humedales del Delta, con sus islas y vasta biodiversidad, han florecido durante milenios en coexistencia con las poblaciones que habitaron sus costas. Estas comunidades encontraron en el Delta los recursos necesarios para desarrollar sus vidas, comprendiendo y respetando las fluctuaciones del agua, sirviéndose de la generosidad del río en comunión con el ecosistema. Desde entonces, el río, sus cauces y afluentes son la principal fuente de agua para uso doméstico y productivo, siendo también importantes vías de navegación comercial. Su paisaje ofrece un escenario ideal para fomentar el turismo y desarrollar actividades culturales, recreativas y deportivas.
En los últimos años, la intervención humana ha transformado este ecosistema, provocando una serie de graves problemáticas que parecen no tener fin. La excesiva extracción de recursos, la quema de pastizales, la interrupción y desviación del cauce de las aguas debido al desarrollo de grandes estructuras agrícola-ganaderas y la constante modificación del paisaje natural por la construcción de ambiciosas urbanizaciones han llevado a la degradación de los humedales y a un peligroso desequilibrio ecológico.
Los humedales son esenciales para todas las formas de vida. La integración en este ecosistema necesita prácticas y actividades sustentables que no interfieran con los ritmos naturales de inundación y sequía. Las intervenciones deben ser reguladas, planificadas y ordenadas bajo un marco de conservación ecológica. Por ello, es imperiosa la sanción de una Ley de Humedales para detener y revertir este estado de crisis y devolver al Delta aquello que le pertenece.
En la entrada de hoy comparto el artículo Delta del Paraná, publicado en el mes de julio de 1961 en la Revista Atlántida, Ilustración Argentina N°1133.
A través de las tintas de Oscar Estévez nos sumergimos en el mundo del Delta del Paraná argentino.
Transcripción de nota editorial:
"La firma del "Delta" argentino, ese escape natural y delicado que se permite Buenos Aires, está al nivel de la finura japonesa. Su color, su novela, cantados inteligentemente por pintores como Horacio Butler, se sostienen milagrosamente por arquitecturas naturales inefables, preocupación esencial del dibujantes Oscar L. Estévez. este joven valor, demostrándonos que el "Delta" del Paraná puede ser motivo eterno de artistas, lo ha sorprendido en su entramado sutil, en sus valores recónditos, en su intimidad formal enigmática, proporcionándonos una versión de su finura, de su delicadeza y de su gracia, realmente notable.
Lo cotidiano se convierte por el arte y la gracia de Estévez en unidades formales estremecidas por el aire de un mundo resumido en su verde geografía. Estévez ha sorprendido en dibujos escuetos, ceñidos, de una palpitación entrañable evidente, lo que en el "Delta" argentino fascina cuando se le recorre. Escuetamente, valiéndose de una síntesis lírica calificada, Oscar L. Estévez acosa al "Delta" hasta lo más hondo de su secreto y lo brinda en contadas palabras. Tan sencillas, directas y palpitantes, que resultan suficientes para el logro de su alto y poético propósito, cumpliendo con eficacia expresiva y lírica."
Comentarios
Publicar un comentario