Salón Santafesino de la Historieta y el Humor

     El "Salón Santafesino del Humor y la Historieta" fue un evento icónico que marcó la década del '80 en Argentina. Respaldado por el prestigioso diario El Litoral de Santa Fe en su centenario, este concurso y muestra integral se convirtió en un punto de encuentro crucial para el humor gráfico y el cómic argentino.

     Este espacio no solo acogió a los más grandes exponentes del mundo de la historieta, como Fontanarrosa, Zanotto, Quino, entre otros, sino que también sirvió como plataforma para el intercambio entre artistas consolidados y emergentes. La presencia de un joven Nik, en sus inicios, muestra cómo el Salón fue un espacio inclusivo que fomentaba el crecimiento y la interacción creativa.

     Entre las actividades más destacadas estaban la entrega de premios en diferentes categorías, las charlas, debates y mesas de intercambio. Una de las discusiones recurrentes era sobre el consejo que los veteranos podían ofrecer a los novatos.  

      En estas tertulias, surgía una pregunta recurrente que generaba interesantes reflexiones: "¿Qué consejos nos pueden dar ustedes, que ya han alcanzado cierto reconocimiento, a nosotros que estamos comenzando en este mundo del arte?" Las respuestas, aunque a menudo terminaban en risas, siempre contenían consejos valiosos sobre paciencia, perseverancia, y la importancia de entender los inicios, las demandas del proceso creativo, las oportunidades, las necesidades y los logros.

     Se discutía la realidad de que toda obra artística se basa en algo previamente visto o conocido, inmerso en una cultura compartida. Esta influencia no es un obstáculo, sino una musa que puede guiar la creación. Sin embargo, se destacaba la necesidad crucial de distinguir entre crear y copiar, entre inspiración y reproducción, entre homenajear y plagiar, evitando así caer en el engaño o el autoengaño.

     La esencia de estas conversaciones era la búsqueda de una originalidad auténtica y consciente, reconociendo las influencias pero siendo capaces de trascenderlas para crear algo único y significativo. Temas como la paciencia, la originalidad frente a la influencia cultural, y la ética en la creación artística, eran centrales en estas conversaciones.

     Las muestras originales de artistas como Divito y García Ferré eran un verdadero tesoro para el público, mostrando el legado y la creatividad detrás de personajes icónicos como Rico Tipo, Anteojito, Hijitus, y otros. Incluso se destacaba la carta de Divito recomendando a un joven Quino, un detalle revelador de cómo el Salón no solo promovía el arte, sino que también contribuía al desarrollo de talentos emergentes.

     En resumen, el "Salón Santafesino del Humor y la Historieta" no solo fue un evento cultural de gran envergadura, sino también un modelo a seguir para promover el arte y la interacción entre creadores en Argentina. Su legado perdura como un hito en la historia del humor gráfico y la historieta en el país.

Logo 2do Salón Santafesino de la Historieta y el Humor (1987)
Logo 2do Salón Santafesino de la Historieta y el Humor (1987)

Logo 3er Salón Santafesino de la Historieta y el Humor (1988)
Logo 3er Salón Santafesino de la Historieta y el Humor (1988)

Foto de Artistas y referentes 1988
Foto de Artistas y referentes 1988

Dibujo de Beas
Dedicatoria de Beas a Oscar Estévez


Recorte de Revista Trix N°5
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Recorte Revista Trix N°7
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