Misterio OVNI, El sabio que volvió del futuro
La ovnilogía refiere a la investigación paracientífica acerca de la observación de los objetos voladores no identificados, de sus siglas deriva la palabra OVNI conocida en inglés como ufología de UFO (Unidentified Flying Object), los cuales se sospecha podrían tener origen extraterrestre, es decir, fuera de la atmósfera de nuestro planeta. Existen numerosos estudios y análisis de casos a cargo de investigaciones gubernamentales, privadas y de ciencias independientes en todo el mundo sobre estos hechos, sin embargo, la ufología es considerada por la comunidad científica como una pseudociencia.
El nacimiento de la ufología surge tras reiteradas observaciones de elementos voladores imposibles de identificar al término de la Segunda Guerra Mundial en varios países de Europa. En 1947, el piloto estadounidense Kenneth A. Arnold, es considerado como el primer hombre en divulgar a la prensa y agencias de seguridad un avistamiento ovni sobre el Monte Rainier, un estratovolcán ubicado en Seattle, Washington. Fue cuestión de tiempo para que otros ciudadanos se animaran a declarar acerca de extraños objetos sobrevolando el cielo de Estados Unidos.
Tantos fueron los casos denunciados que el gobierno bajo la administración de Truman creó un proyecto denominado Proyecto Signo para estudiar dichas observaciones y descartar una invasión de su espacio aéreo particularmente por parte de la entonces Unión Soviética, ya que ambas naciones se encontraban en plena Guerra Fría. Finalizado el mandato del presidente Truman, las investigaciones quedarían enmarcadas en el denominado Proyecto Libro Azul el cual permanecería vigente durante los gobiernos de Eisenhower, Kennedy y Johnson quien terminaría por enviarlo bajo archivo.
Las proclamas civiles no acabarían; por el contrario, se multiplicarían en varias partes del mundo. Una concatenación de hechos inexplicables generó sustanciosos informes sobre objetos volantes no identificados y encuentros extraterrestres, acabando en la creación de grupos de investigación conformados por aficionados que durante décadas estudiaron, documentaron y entrecruzaron datos antiguos y contemporáneos, como las líneas de Nazca, pinturas rupestres, las pirámides egipcias y de Mesoamérica, particulares luces en los desiertos, el caso Roswell, el Área 51, los círculos en los cultivos y revelaciones de ciudadanos quienes declararon detalladamente encuentros, abducciones e intervenciones a través de implantes de procedencia alienígena.
Tal es el caso del artista Paul Laffoley (1935-2015), de excéntrica personalidad; toda su obra tiene una soslayada tendencia hacia el misticismo y la teología, siendo creador de una serie de diagramas para construir canalizadores tecnológicos de energía hiperdimensional, las cuales desarrolló como dispositivos interactivos, psicotrónicos físicamente atractivos, pinturas plagadas de diseños estilo mandala y símbolos ocultistas como el pentagrama y el ojo que todo lo ve, creadas como singularidades estructuradas. Laffoley trabajó en solitario, cada obra con dimensiones de 1.80 x 1.80 metros, las cuales le llevaban de uno a tres años de trabajo abarcando temáticas como planos dimensionales, viaje en el tiempo contemplando la relatividad del mismo, la conexión de las discusiones conceptuales compartidas por los filósofos a través de los milenios, y teorías acerca de los orígenes cósmicos de la humanidad. Muchas de sus obras se exhiben hoy en día en prestigiosas galerías, incluida Kent Fine Art, en Nueva York. Además, fue un destacado arquitecto, que delineó los planos de la planta central del World Trade Center.
Según el propio Laffoley, las visiones
provenían de un microchip implantado en su cabeza. Durante una tomografía
computarizada de rutina en 1992 se
detectó un objeto metálico atípico en su cerebro, cercano a la glándula pineal; el grupo de investigadores
de la red M.U.F.O.N. (Mutual UFO Network) declararon que se trataba de
nanotecnología extraterrestre.
Sin embargo, la comunidad científica ha recibido estos datos con escepticismo y desprecio considerando a los estudiosos del tema como irracionales, fanáticos e, incluso, “enfermos”.
Y aquí estamos nuevamente, un raudal de noticias, informes, documentales, presencia en programas de radio, televisión y redes sociales basados en OVNIs y extraterrestres. Durante diciembre de 2021, en el transcurso de una entrevista de The Wall Street Journal, el multimillonario Elon Musk afirmó que su empresa Neuralink está próxima a empezar a implantar chips cerebrales, siendo las primeras personas en recibirlos aquellas tetrapléjicas o con graves lesiones en la médula espinal, que gracias al chip estarán en condiciones de comunicarse con todo tipo de dispositivos electrónicos utilizando solo el pensamiento. Los ufólogos aseguran que se trata de tecnología extraterrestre.
La
última noticia proviene del Pentágono, Departamento
de Defensa de Estados Unidos, que
ha lanzado un sitio web el cual presentará
información oficial desclasificada sobre objetos voladores no identificados, a partir de ahora denominados fenómeno
anómalo no identificado (UAP). El portavoz Patrick Ryder afirmó
que el sitio, www.aaro.mil, incluye informes oficiales, transcripciones,
comunicados de prensa y otros recursos que la comunidad puede encontrar útiles,
así como índices de informes y preguntas frecuentes.
En la entrada de hoy comparto la historieta El Sabio que volvió del futuro, publicada en la Revista Patoruzito Mensual Nº81 en el año 1970. Aunque no se encuentra firmada por Oscar Estévez, varias miradas experimentadas del mundo historietístico revelaron que es obra de su autoría, con un estilo más pulido realizado bajo la dirección de otro artista de la época. Se sabe que muchos originales, luego de ser entregados, quedan en posesión de las editoras que más tarde re publican sin ningún tipo de mención.
Se han realizado varias comparaciones detalladas de imágenes de la historieta en cuestión con otras similares, utilizando técnicas de ampliación para examinar cada elemento con minuciosidad. En este análisis, se encontraron grafías que se superponen casi a la perfección, especialmente en las manos, el contorno de los rostros y la longitud de los cuellos. Además, se han identificado piezas clave que el artista solía introducir en las viñetas cuando la trama lo permitía, como una pipa y un sombrero particular, entre otros elementos distintivos.
Otra coincidencia notable es que uno de los personajes lleva el apellido Stevenson, siendo este un oficial de la ley, específicamente un comisario en la historia. Esta es una técnica que Estévez ha utilizado en el pasado cuando trabajaba de forma anónima o bajo seudónimos. Un ejemplo previo de esto es la historieta "Un Federal", publicada en la Revista Bala de Plata Extra N°35, donde el protagonista era un hombre de las fuerzas federales apellidado Stevens.
Es importante destacar que estos hallazgos se presentan sin ánimos de perjudicar ni ofender a nadie. Reconozco la posibilidad de que esta interpretación pueda ser errónea, y por ello, extiendo la invitación a cualquier persona relacionada con este tema para que se comunique y me ayude a esclarecer este misterio de manera colaborativa y respetuosa.
Mi agradecimiento a Carlos Martínez de Top-Cómics por su generosa colaboración al compartir imágenes digitales y su vasto conocimiento en el fascinante universo de la historieta.
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