Nadie se salva sólo

 Una semana de sincronicidades

     El martes pasado recibí un nuevo correo de Carlos Martínez, del sitio Top Comics, a quien siempre agradezco su contacto epistolar y memoria. Me contaba que, revisando viejos papeles, redescubrió una entrevista que le hicieron a mi papá en 1991. La había bajado de Internet entre 2006 o 2007 —quizás antes— mientras investigaba para su libro Próceres, figuras y laburantes de la Historieta Argentina.

     La entrevista fue publicada originalmente en el sitio Cómic Nacional, bajo la dirección de Hugo Terrile y Daniel Miñonez. En ella se evidencian los pormenores y dificultades que existían entonces para trabajar en el noveno arte. Más allá del talento o los contactos, una administración económica difusa en aquellos tiempos, sumada al contexto social, terminaba por arrastrar consigo más de un proyecto de vida

    Ese mismo día, como llevada por un impulso, me puse a buscar información sobre ese sitio. Y entonces ocurrió otra de esas coincidencias que ya parecen no serlo tanto, en una de esas publicidades laterales típicas del navegador —esas que se alimentan de nuestro historial— me apareció una publicación en Mercado Libre que decidí seguir, como quien sigue un hilo suelto.

    Para mi sorpresa, el vendedor tenía a la venta un verdadero tesoro: la Revista Frontera N°37, una de las últimas que me faltaban. Información que pude confirmar gracias al libro de Carlos Altgelt "Frontera, Las revistas de Oesterheld", toda una biblia acerca de las publicaciones de la editorial de los hermanos Oesterheld entre los años 1957 a 1963.  La Revista contiene la historieta El Tesoro, con guión de Héctor Germán Oesterheld y dibujos de Oscar Estévez. Aunque le falta la portada y primeras viñetas, para mí fue un hallazgo invaluable.  

     Pero eso no fue todo. Al explorar otros artículos del mismo vendedor, descubrí también una colección de Revista El Tony —otra figurita difícil— y di con dos de los tres números que venía buscando hace tiempo;  una edición de febrero de 1961 y otra de agosto de 1962. Gracias Darío por el envío cuidadoso y las revistas extras.

     Cosa 'e mandinga, diría el viejo.

     Comparto por acá la historieta incompleta —porque así llegó, como dictada por el destino— y también la transcripción de aquella entrevista que vuelve a mis manos en este tiempo tan particular, evidenciando que el entramado se despliega cuando sos parte de él, como bien dijo Oesterheld: "Nadie se salva solo".

Portada Juan Antonio Herliczka