Adiós, viejo Lomas. Capítulo 1: Badié, el valor legendario

    Hoy, me gustaría compartir algunos extractos del capítulo 1 de "Adiós, viejo Lomas", un libro escrito por el historiador y periodista Juan José Manco, e ilustrado por Oscar Luis Estévez. Este libro forma parte de la colección permanente de Biografía Básica ilustrada del Instituto Histórico Municipal.

     En este capítulo inicial, Manco nos sumerge en el alma de Lomas, en sus calles empedradas que guardan historias de antaño, en sus casas antiguas que susurran secretos de tiempos pasados. Nos lleva de la mano por los recovecos de esta ciudad, revelando sus tradiciones arraigadas y sus personajes memorables.

     A través de las ilustraciones de Estévez, podemos visualizar los paisajes pintorescos, las figuras emblemáticas y los momentos históricos que dan vida a este relato. Cada trazo y color nos transporta a una época llena de nostalgia y esplendor, donde el pasado se entrelaza con el presente de manera vívida y conmovedora.

     "Adiós, viejo Lomas" es más que un libro; es un homenaje a la memoria colectiva, un testimonio de la riqueza cultural y humana de una comunidad que ha dejado una huella imborrable en la historia. Es una invitación a adentrarse en los recuerdos, a valorar nuestras raíces y a apreciar la belleza de lo que fue y sigue siendo, a pesar del paso del tiempo.

     "...En las primeras horas del día 1° de agosto de 1890, dejaba de existir en el hospital Militar(...) el teniente coronel Federico Benito Badié(...)"

     " (...) En su monumental trabajo titulado "Biografías argentinas y sudamericanas", el ex presidente del Instituto Nacional Sanmartiniano, ex asesor de Historia del ministerios de Marina y ex director del archivo general de la Nación, capitán fragata Jacinto R. Yaben, ofrece una viva imagen de este francés, que fue -hasta rendir la vida- activo partícipe de acontecimientos que sacudieron y ensangrentaron al país en las postrimerías de su organización.  Nos lo muestra sagaz, inteligente, poseedor de un carácter que despertaba simpatías e infundía confianza, y -lo ratifican testimonios que hemos recogido en el seno de las familias integradas por miembros de su vasta descendencia aquí, en Lomas de Zamora- valiente hasta la temeridad. Jamás se lo vio retroceder sin que lo mandasen. Allí donde hacia falta arrojo y sangre fría Badié estaba presente con derroches de bravura, acción disciplinada y genio combativo, virtudes que cimentaron su prestigio a lo largo de la guerra de la Confederación y  la guerra del Paraguay(...)"

     "(...)La Nación vivía un estado de efervescencia que presagiaba momentos sombríos(...) Al estallar en julio de 1890 la revolución encabezada por Leandro N. Alem, el mayor Bandié, a las órdenes directas del ministro de guerra, general Levalle, se encontró el día 27 en la plaza del Parque(...)"

     "(...)Cuando más intenso era el fuego cruzado entre gobernantes y revolucionarios, el valiente francés bajó a la calle a dirigir la maniobra de uno de los cañones allí emplazados. En ese momento recibió un balazo en el pecho. Se doblaron sus piernas y cayó en brazos del general Levalle (...) En ese mismo sitio, el ministro de Guerra ungió al mayor caído con el grado de teniente coronel (...) Conducido al Hospital Militar, murió a las 7.30 del 1° de agosto. el 2, sus restos eran inhumados con los honores correspondientes en ele Cementerio del Norte(...) "El Censor" 4 de agosto-el intrépido oficial había formulado un voto de grandeza por su patria adoptiva, a la que amó profundamente(...)"

capítulo 1 del libro Adiós, viejo Lomas, escrito por el historiador y periodista Juan José Manco e ilustrado por Oscar Luis Estévez;
Ilustración: Oscar L. Estévez
Técnica: dripping en tinta china





 



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